“Neoperreo”, el cruce de la era digital con el reguetón
Written by MARCOS A. TEJEDA on August 22, 2018
El reguetón es ya un producto masivo que triunfa a nivel mundial y del que surgen evoluciones como el “neoperreo”, con el que jóvenes sin recursos para acceder a escuelas de arte, pero armados de computadoras, asumen la vocería musical de barrios iberoamericanos.
La chilena Tomasa del Real y la argentina Jorgelina Torres, de nombre artístico Ms Nina esta última, son dos de las máximas exponentes del “neoperreo”.
Las cantautoras comenzaron a componer reguetones con tonadas electrónicas en pequeñas computadoras, provistas con los modestos ingresos de sus padres.
“El ‘neoperreo’ es el cruce de la era digital y la influencia del reguetón en los nuevos artistas”, dijo a Efe del Real, de 31 años, natural de Iquique, Chile, quien además expuso que el nombre del nuevo ritmo “surgió a raíz de que las fiestas de reguetón se llaman ‘perreos'”; o lo que es lo mismo: un “baile muy sexy con alguien cerca”.
Con esfuerzo propio, Del Real produjo en 2014 su primer disco titulado “Bien y Mal”, y el pasado 15 de mayo, bajo el sello Nacional Records, de Los Ángeles, California, lanzó su segundo álbum: “Bellaca del año”.
El primer corte musical con vídeo incorporado se titula “Barre con el pelo”.
La cantautora y tatuadora profesional criticó a “los artistas consagrados” como el mexicano Aleks Syntek, quien escribió que la música y vídeos de reguetón son como danzas “pornográficas” que deberían ser solo para “clubes nocturnos”.
“Mucho tiempo se tapó la realidad con cosas muy bonitas; entonces al reguetón, que lleva una letra que no es necesariamente una poesía, se le trata de tapar (ahora)”, reprochó la chilena, una “reguetonera digital”.
“Es como preguntar si sólo los que estudian arte pueden hacer arte. No, no, no, el pueblo también puede hacer arte”, advirtió.
La creadora, quien recientemente se presentó en el Museo de Arte Contemporáneo en Queens, Nueva York, y en el Parque Central de la Gran Manzana, arremetió contra “la divinización” de muchos artistas.
“Si una persona con su arte refleja su realidad, no debería tener a otro que está supuestamente más arriba en alguna escalera social, económica o moral diciéndole a otra gente que no, que lo que uno hace no es válido”, reprochó Del Real.
El reguetón es un producto de la mezcla del reggae jamaiquino con el rap y el hip-hop estadounidense. Uno de los máximos exponentes de la “vieja escuela” es el puertorriqueño Daddy Yankee.
“El reguetón fue el primer género que creció de manera natural sin que una disquera impusiera lo que pensaba que el público quería”, recordó la chilena.
De acuerdo con ella, el éxito de su “neoperreo” se debe a que nació desde la casa de las personas entonando las vivencias del entorno.
Por su parte, Ms Nina, de 27 años, originaria de la provincia argentina de Córdoba, contó a Efe que en su vivienda en Madrid (España), amigos compositores la “animaron” a escribir canciones con “ritmos instrumentales” de reguetón que le enviaban a través de internet.
De ahí surge el tema “Reinas”, en compañía de King Jedet, dedicado a la comunidad LGBT y cuyo vídeo se encuentra en YouTube.
“La gente es muy hipócrita. Critica mucho el reguetón, dicen que es música sexual, que es música violenta, que los niños no pueden escuchar eso, pero en realidad lo que tienen es recelo”, dijo a Efe Ms Nina.
De su firma, Ms Nina “viralizó” en redes sociales composiciones como “Salami” y “Chupa Chupa”, en 2015, y el año pasado popularizó “Traketeo” y “Tu sicaria”.
Ahora graba en estudios profesionales de España su primera compilación de autora que lanzará a finales de año.
“Nuestro mensaje es sé tú mismo y diviértete. Nuestra música es para divertirse, para pasarlo bien”, asegura.
“Mis letras no son súper profundas para que te pongas a pensar y cuestionarte tu vida. Son letras para divertirte, para salir de fiesta”, dice sonriendo la argentina.
“Los Ángeles: Neoperreo” es el nombre del espectáculo de reguetón de Tomasa y Ms Nina con sus amigos, patrocinado por Red Bull Music, que subirá a escena este sábado en LOT 613, una gran nave del centro urbano de la ciudad californiana concebida para diversos espectáculos.